La Biblia debe ser la Palabra inspirada y autorizada de Dios. La revelación de Dios al hombre es la regla infalible de fe y conducta, (2 Timoteo 3:15-17, 1 Pedro 1:23-25, Hebreos 4:12

Hay un solo Dios, eternamente existente en tres personas: Dios el Padre, Dios el Hijo, Jesucristo y Dios el Espíritu Santo. (Deuteronomio 6:4, Marcos 12:29, Isaías 43:10, Mateo 28:19.)

El Señor Jesucristo, que es Dios manifestado como hombre, es el Hijo eterno de Dios. Las Escrituras declaran: Su nacimiento virginal (Mateo 1:23, Lucas 1:31,35); Su vida sin pecado (Hebreos 7:26, 1 Pedro 2:22); Su obra redentora en la Cruz (I Corintios 15:3, 2 Corintios 5:21); Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6, Lucas 24:30, 1 Corintios 15:4); Su exaltación a la diestra de Dios (Hechos 1:9 y 11; 2:33, Filipenses 2:9-11, Hebreos 1:3)

Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios y tienen necesidad de salvación. (Romanos 3:23; Romanos 6:23). La salvación viene de Dios por gracia y se recibe a través del arrepentimiento y la fe personal en la obra terminada de la sangre derramada de Jesucristo en la cruz. (Efesios 1:7; Juan 3:3,16; Romanos 10:9-10; Tito 3:5-6)

Todos los creyentes deben buscar el Bautismo del Espíritu Santo. Con ello viene el poder para la vida y el servicio, el otorgamiento de los dones y sus usos en la edificación del Reino de Dios (Lucas 24:49, Hechos 1:4-8; I Corintios 12:1-31). Recibir el Bautismo del Espíritu Santo se evidencia por la señal física inicial de hablar en otras lenguas a medida que el Espíritu da la palabra. (Hech. 2:4, 10:44-46; 19:2 y 6, 1:8, 2:42-43.)

La santificación y vivir una vida de santidad es la voluntad de Dios para todos los creyentes a través de la obediencia a la Palabra de Dios y la dirección del Espíritu Santo. La santificación y la santidad se muestran a través de la manifestación del fruto del Espíritu en los creyentes (Hebreos 12:14, 1 Pedro 1:15-16, 1 Tesalonicenses 5:23-24; Romanos 8:3-4, Gálatas 5:23-24).

En la resurrección tanto de los salvos como de los perdidos, el uno a la vida eterna y el otro a la condenación eterna. (Marcos 9:44-48, Apocalipsis 19:20, Apocalipsis 20:10-15.)

La segunda venida premilenial de nuestro Señor Jesucristo y el establecimiento completo del Reino de Dios en la tierra es inminente (1 Tesalonicenses 4:15-17; Tito 2:13; 2 Pedro 3:10-14; Mateo 24:29-44

1) La Biblia debe ser la Palabra inspirada y autoritativa de Dios. La revelación de Dios al hombre y es la regla infalible de fe y conducta,

2) Hay un solo Dios, eternamente existente en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo, Jesucristo y Dios Espíritu Santo.

3) El Señor Jesucristo, que es Dios manifestado como hombre, es el Hijo eterno de Dios. Las Escrituras declaran: Su nacimiento virginal; Su vida sin pecado; Su obra redentora en la Cruz; Su resurrección corporal de entre los muertos; Su exaltación a la diestra de Dios

4) La salvación del pecado viene de Dios por gracia y se recibe a través del arrepentimiento y la fe personal en la obra terminada de la sangre derramada de Jesucristo en la Cruz. La salvación resulta en una vida transformada a través de nacer de nuevo del Espíritu Santo

5) El Bautismo del Espíritu Santo está disponible para todos los creyentes. Con él viene el poder sobrenatural y los dones para la construcción del Reino de Dios. Se evidencia por la señal física inicial de hablar en otras lenguas a medida que el Espíritu da la palabra.

6) La santificación y vivir una vida de santidad es la voluntad de Dios para todos los creyentes a través de la obediencia a la Palabra de Dios y la dirección del Espíritu Santo.

7) Habrá juicio eterno en la resurrección tanto de los salvos como de los perdidos, el uno a la vida eterna y el otro a la condenación eterna.

8) La segunda venida premilenial de nuestro Señor Jesucristo y el establecimiento completo del Reino de Dios en la tierra es inminente.